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pxCuriosamente, en Francia, no se ha dado importancia a este bicentenario. Tal vez por la polémica que despierta este punto fin-principio y la figura de Bonaparte... O, quizá, porque vivimos un momento marcado por apocalípticos cuadros de pueblos perseguidos, masacres-silencio, guerras a distancia... De individuos perdidos en un nuevo




mundo de poderes más bien invisibles, negocios aberrantes (la guerra es uno de los mejores). De individuos que podrían preguntarse en dónde quedaron las conquistas de la Revolución Francesa... o si hemos llegado a un momento en que podría verse el fin de las mismas. Otro fin. Punto aparte frente a una nueva era marcada por los principios que dicta una globalización sin bordes definidos.

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