Mayo de l968 fue un mes cumbre dentro de uno de los períodos candentes de nuestro siglo. En él desbordó la pasión juvenil por el cambio. Fue la hora de la protesta universal. Del levantamiento. De uno que se convirtió en explosión violenta, y demolió algunos hábitos e ideas que imperaban en los cinco continentes.
Las páginas de la primera parte de este libro tienen por objeto analizar el tema. Apenas si es necesario decir que el punto central es la afamada revuelta francesa de mayo de 1968. Lo que vale la pena aclarar, es que he tratado de recoger los principales hechos de la protesta juvenil. Y esto, a través de los países en que el levantamiento cobró amplitud. Y que con la intención de dar una idea completa del fenómeno, he extendido el análisis a lo largo del decenio de los años sesenta.

Los diversos episodios que conforman esa época son únicos y hay de los extraordinarios. En ellos se encuentran algunas explicaciones de los cambios y estruendos que hacen la imagen del siglo XX. Fuerza es reconocer que, bajo las luces y las sombras de esa época, surge la nuestra, nuestro “hoy”, buen número de sus rascacielos y subterráneos. Y este es el propósito de la tercera parte: dejar un panorama de las líneas que conforman los años fin-de-siglo, de la nueva convulsión en que vivimos. La misma que nos lleva en espirales al alba de una nueva era. Milenio fin-principio. Otra época. La de la ciencia no ficción. La globalización. La de un laboratorio de orden espacial no sorprendente, alucinante. De otra alucinación. La misma. La del progreso en mareas ascendentes-descendentes. La de abismos y milagros. ¿Qué mañana?